miércoles, 27 de abril de 2016

Judo y nuevas tecnologias

Hace un par de años me propusieron comenzar a dar clases en un colegio de Durango en el horario de comedor, osea cuando acaban de comer, yo pensé que ya teníamos la experiencia suficiente como para dar ese paso, tenia la experiencia del club, un método de enseñanza y bastante bien estructurado en mi cabeza de como Debian ser las clases y los objetivos.Nada mas lejos de la realidad, llegue con mi experiencia, mi sistema y mis objetivos y todos se derrumbaron en el momento en el que los niños se dieron cuenta de que lo que pasaba en el judo se quedaba en el judo, me explico:
En el club acostumbras a que cuando surge algún tipo de corrección en temas de comportamiento, normas básicas o pequeños conflictos, los resuelves directamente con los padres delante de ellos, en el momento en el que estos vienen a recogeles, hasta ahí todo perfecto, pero este detalle se me paso por alto a la hora de plantear las clases dentro del colegio, o si bien lo pensé y no le di importancia.Esta cuestión fue crucial para que mi clase después de varios meses de aparente calma y control se fuera al garete, muchos fueron los factores, ellos hacían piña, ya que la mayoría eran compañeros de clase y ya tenían sus roles repartidos, yo era alguien desconocido y nuevo para ellos, etc...pero el principal fue la falta de comunicación con los padres.
He de admitir que a mitad de curso y después de lo agradable que era ir a las tardes al club y ver que alli mi sistema y mi experiencia funcionaba a la perfección, me pregunte si realmente me merecía la pena tanto sufrimiento por un grupo que se asemejaba mas a un autobús lleno de niños sobre una pista de hielo y yo al volante con cara de ahora para donde voy, sabiendo que nada de lo que haría serviría para ir en linea recta.Me enfade y les dije que si no querían venir a las clases mi recomendación era que se desapuntaran, ellos se lo trasmitieron a sus padres y estos a su vez me llamaron para ver lo que pasaba, yo les explique, sobre todo a los padres de los niños que se habían amotinado y habían convencido a otros con su actitud que aquello era algo guay, lo que estaba pasando, obviamente como yo hasta el ultimo momento pensaba que podría retomar el control, hasta ese moemnto no había habido ninguna llamada previa para explicarles lo que estaba ocurriendo, así que era la primera noticia que tenían sobre el comportamiento de sus hijos, cosa que yo asumí como fallo propio por haber dejado que la situación se fuera de madre sin haber pedido ayuda antes de llegar hasta este punto de desesperación.También es verdad que en los centros, es el colegio el que esta en contacto con las familias.
Al día siguiente todos esos niños, imagino que tras una bronca soberana en casa vinieron con una actitud totalmente diferente y ahí me di cuenta que la solución era la comunicación con los padres, y que estos supieran en todo momento lo que sus hijos hacían o no hacían en la actividad.
Con un programa me puse manos a la obra y mandaba periódicamente unas fichas en el que informaba a los padres de la actitud, comportamiento, esfuerzo y participación de su hijo durante la clase, a parte un pila que indicaba si por lo que fuera el niño estaba cansado o se encontraba decaído, para así también tenerlo en cuenta y los puntos obtenidos en el día que servirían para cambiar el cinturón cuanto obtuvieran un numero determinado de estos.La cosa empezó a funcionar y ellos empezaron a motivarse viendo en casa las fichas en el ordenador con sus padres o en los teléfonos moviles, solo había un pega el programa con el que generaba las fichas era por decirlo de alguna manera manual, osea me costaba dios y ayuda y cada vez la acumulación de fichas que tenia que enviar era mayor, por lo que estas no llegaban a veces a tiempo y no cumplían el cometido para la que fueron creadas, que era informar lo mas rápido posible a los padres de cualquier actitud o comportamiento negativo o positivo y así corregir (o reforzar)lo antes posible antes de volver a convertir la clase en el autobús descontrolado sobre hielo.
Hable con mi amigo Alfonso carabantes de Madrid, programador en sus ratos libres, le pareció un proyecto que mezclaba dos de sus pasiones judo y programación y comenzó a crear a un programa que haría todo esto y que además serviría como base de datos para las clases, colegios, entrenadores, etc..

El programa todavía esta en su versión beta, si bien esta bastante avanzado.La imagen la adaptamos al edad de los niños con diferentes monstruitos que cambiaban de color y fondo cuando los niños obtenían la cantidad de puntos estipulada para el paso de grado e informaba de los padres del comportamiento, esfuerzo, actitud, participación, energía, puntos, etc... y además tenia una pequeña caja donde escribir cualquier nota a los padres, en resumen los padres estaban encantados de tener esta información en su haber y valoraban muy positivamente que nos preocuparamos por ello.El programa genera también estadísticas de cada niño para ver como ha sido la evolución del niño en los diferentes parámetros durante el ultimo mes, la ultima semana o todo el curso.

Esta solo es una herramienta mas para los profesores que quieran dar este servicio, que por otra parte diré que aumenta la calidad del mismo.SI bien tiene un esfuerzo añadido cuando llegas a casa los padres y los niños lo agradecen y pienso que se obtiene un aumento de la profesionalidad del profesor de judo. Esperamos en un futuro hacerlo en una app, entonces ya podre generar las fichas in situ.